Historia universal
Por Pablo Gamba
Se estrena en Buenos Aires Historia universal (Argentina-México, 2022), de Ernesto Baca, que se presentó por primera vez en la competencia Vanguardia y Género del BAFICI. Es un largometraje en el que el realizador, una de las figuras más importantes del cine experimental argentino de la generación posterior a los setenta, junto con Paulo Pécora, prosigue el trabajo con las voces del ensayo Réquiem para un film olvidado (Argentina, 2017) y la ficción Israel (México-Argentina, 2021), pero con una narración más difusa que la de la película anterior.
Hay en Historia universal un regreso a los primeros largos de Baca por lo que respecta a la forma de narrar. Esto se refiere en particular a las partes intercaladas entre los fragmentos narrativos y que funcionan como intervalos de placer visual, estimuladores de la imaginación del espectador o espectadora, que tiene que ser muy participativo para armar una historia.
Los fragmentos que constituyen la parte narrativa del argumento comprenden una diversidad que se extiende desde la danza butoh hasta la publicidad, pero entre ellos hay algunos motivos reconocibles por referencia al género cinematográfico y que son la base para que se pueda construir una historia identificable como de ciencia ficción. Uno es el recorrido por vías del tren en una zorra que recuerda a Stalker (Unión Soviética, 2979), mientras que otros provienen de una variante del género que lleva el imaginario de las historietas al cine de un modo muy diferente de los superespectáculos de efectos visuales de Marvel y DC Comics.
Entre estos otros motivos están los hombres plateados, asociados con un grupo empresarial histórico de Argentina. En torno a ellos se esboza un relato de conquista basado en tópicos de la ciencia ficción. Es una historia relacionada con el control mental y de los deseos, mediante la implantación de una idea de futuro sembrada en el pasado, lo que en el argumento se refiere al audiovisual, a las cámaras de esos hombres, pero también a industrias como el Grupo Di Tella.
Con los hombres plateados se enfrenta un personaje femenino que se desdobla en tres, lo que no solo es una oposición por lo que respecta al género masculino sino también a la triada, que representa la “síntesis espiritual” y la “resolución del conflicto planteado por el dualismo”, según el diccionario de símbolos de Juan Eduardo Cirlot. Pero la señalada diversidad es también una manera como la historia de conquista se desborda y rebasa el débil orden de la línea narrativa.
El argumento está dividido por intertítulos en capítulos que interrumpen el desarrollo de la forma como relato y aportan otras claves sugestivas. Sobre la base de esta información, la actividad del espectador tiene que ser más una imaginación de la historia que una construcción como la que se le plantea en el paradigma clásico. Por eso los interludios de la narración no son realmente tales. Es allí donde la película se abre a la capacidad de soñar despiertos, como en un viaje psicodélico donde el placer de ver se libera más plenamente de toda función narrativa.
No sería correcto, sin embargo, hablar de un “vuelo” de la imaginación en el sentido que solemos darle, análogo al escapismo. Si bien la narración de una película como Historia universal es un viaje en este sentido, hay motivos que establecen un anclaje en la materialidad del film y de las máquinas de la modernidad entre las que nació.
Los interludios son aquí principalmente de animación dibujada sobre la película, para lo que el realizador aprovecha la materialidad del soporte fílmico, tanto por lo que respecta a características como las perforaciones como a su intervención. Baca se interesa también por el deslizamiento de la cinta, ese viaje que lleva de la imagen fija al movimiento en la pantalla y que es análogo al de los trenes que filma.
El despliegue de la imaginación, por tanto, es un levantar vuelo hacia otro mundo, pero como posibilidad que se abre en la materia fílmica por obra de una magia que es también tecnología del transporte, ambas anacrónicas para la razón del capitalismo que hoy destruye la industria nacional en países como Argentina. La imagen que se reitera de los ferrocarriles del Estado, abandonados y en funcionamiento, indica que el vuelo de esta imaginación tampoco se alza desde un pasado de industria privada, como en los deseos que se proponen implantar los hombres plateados.
El título Historia universal refiere así a la universalidad del capitalismo, pero también a la posibilidad de darle vuelta y hacer que el cine, y quizás también los trenes, nos lleven a mundos diferentes, sin disolver lo nacional tampoco. Plantea algo análogo respecto al imaginario de las historietas, la ciencia ficción y las expresiones de la espiritualidad que se han transformado en mercancías: una apropiación de la cultura popular para que responda a los deseos de la gente común y no de la clase dominante, como sostiene el epígrafe del filósofo Mark Fisher que se lee al comienzo. Para llevarla, además, de vuelta al lugar de este tipo de arte, que son medios masivos como las historietas y las películas, y no las galerías ni los museos.
Por eso no es una contradicción que este largometraje experimental de Ernesto Baca, a diferencia de otros destinados a las film performances, se haya producido de modo tal que puede multiplicarse electrónicamente y llegar a los cines como si fuera un producto de consumo. De hecho, eso no había ocurrido hasta ahora con esta película. Después estrenarla en el BAFICI y de exhibirla el festival de Santiago del Estero, en Argentina, Historia universal no encontró en ningún mercado otra rendija que la que ahora se le abre en el circuito de salas del Estado.
En el cine, entonces, funciona como un dispositivo extraño, que muestra cómo las películas pueden ser otra cosa que lo que solemos entender por tales, incluso cuando se trata de aquellas que se describen como “de arte”. Es la manera que encuentra este artista del cine de infiltrarse en la industria para darle vuelta desde adentro con una obra insólita para sus parámetros, aun los del cine independiente más “audaz”.
Comentarios
Publicar un comentario