Conversación con Victor Galles "Datajunkz"
Por Pablo Gamba
“Tal vez la guerra tenga un sentido figurado. Está en nuestra cabeza totalmente desequilibrada por tanto consumo. Hay muchas personas que gozan de hacer del caos un espectáculo. Creo que son un poco sádicas cuando consumen la guerra de esta manera figurada”
Victor Galles es un realizador brasileño que participará con eth_OS (2021) en la muestra Light Matter: Buenos Aires, una selección de trabajos de los festivales Light Matter de 2021 y 2022 curada por James Hansen que presentaremos el 10 y 11 junio Los Experimentos y el Kino Palais de la Casa Nacional del Bicentenario. Es la continuación de un recorrido sudamericano que comenzó en marzo en Quito. Pueden ver el programa de la muestra aquí.
La pieza de Galles, cuyo nombre artístico es Datajunkz, fue su trabajo final del Curso de Cine y Audiovisual de la Universidad del Sur de Santa Catarina. Es una obra de apropiación de imágenes de internet en la que la dominante es el sonido, música creada con samples hechos también a partir de videos de la web. Así la describe el texto escrito que presentó en la universidad: “Partiendo de secuencias que retratan la informática, la religión, la ciencia y momentos históricos contemporáneos, el corto es una gran paradoja temporal y también de las convenciones tecnológicas, visto que tiene material recopilado filmado en película y digitalmente, pasado a VHS, y tests gráficos digitales y analógicos hechos por el realizador sobre los mismos, además de una banda sonora original creada con fragmentos digitales”.
El corto apunta hacia la tradición crítica de las imágenes del poder mediático característica del cine de metraje encontrado que se conoce como collage film, aunque el montaje tiene una fuente de inspiración diferente, según Galles. También parece heredero de la confrontación del videoarte, en sus inicios, con las imágenes de la televisión y de las aspiraciones del net art a expandir las posibilidades de internet mediante la interactividad. Esto trae a colación los videojuegos y otras tecnologías: eth_OS es, asimismo, parte de la exploración de las capacidades expresivas que ponen al alcance de los cineastas experimentales en la actualidad.
Hay varias influencias que el artista reconoce en el trabajo escrito. Van desde el videojuego LSD: Dream Emulator de Play Station (1998) a Anemic Cinema (1926), de Marcel Duchamp, Man Ray y Marc Allégret, e incluyen el colectivo de net art JODI, los cortos experimentales de Toshio Matsumoto, y Koyaanisqatsi (1982), el largometraje documental de Godfrey Reggio.
Conversamos por teléfono con Datajunkz con motivo de la presentación de eth_OS en Argentina.
“Tal vez la guerra tenga un sentido figurado. Está en nuestra cabeza totalmente desequilibrada por tanto consumo. Hay muchas personas que gozan de hacer del caos un espectáculo. Creo que son un poco sádicas cuando consumen la guerra de esta manera figurada”
—Eres como dos personas a la vez. ¿Quién es Victor Galles y quién es Datajunkz?
—Victor Galles sería una persona volcada más hacia el lado del mercado; una persona que edita videos, más orientado hacia la edición, la publicidad. Datajunkz es una persona sin amarras. Hace experimentos sin seguir briefings ni cosas muy metódicas. Datajunkz sería mi persona libre. Tiene la libertad de crear lo que quiere.
—Creaste la banda sonora de eth_OS. ¿Eres músico, además de videoartista?
—Creo que soy un poco de todo. Durante el curso de cine descubrí el videoarte, y vi una oportunidad de experimentar con todas las posibilidades que el audiovisual puede ofrecer. Comencé a crear videos y a trabajar con los medios en general. Nadé sin rumbo por la carrera descubriendo qué puede ofrecer cada medio, hasta los mismos nuevos medios, que ya entran en la parte de programación.
—La primera cosa que me llama la atención de eth_OS es el título…
—“Ethos”, en la parte filosófica, define el comportamiento de una sociedad o de un recorte de esa sociedad. Creo que era una forma de establecer un recorte de lo que la gente estaba viviendo en 2021, cuando se hizo el video. Era una época de pandemia. Estaba aislado, viendo todo lo que ocurría en Brasil, y quise relatarlo en este film. En el caso de OS, es como un sistema operativo, el sistema operativo como un recorte del ethos. Puse OS por “operational system”. Ese es el juego del título.
—La música es la dominante en esta pieza. ¿Cómo trabajaste la relación entre música e imagen?
—Creo que la relación entre la música y el video es parte del experimento mismo. Antes de hacer la música, no tenía una idea guionizada para crear la historia del sistema eth_OS. Recorté diversas imágenes y música del archivo de internet, y comencé a explorar, a través de los videos, los sonidos como samples. Las ediciones de sonidos aleatorios son pequeños fragmentos de videos que se emiten todo el tiempo. Escuchaba ese torbellino de información sonora e iba guionizando. Cuando estuvo lista la música, que dura alrededor de nueve minutos, surgió la imagen. Hice el guion después de crear la música. Básicamente, ilustré el sonido. La música fue un conductor mayor que el video. En este caso, fue más importante, pero no considero que sea más importante. Creo que el sonido y la imagen son los dos juntos.
—Hay varias capas de imágenes en eth_OS. Están las del arte, las del cine, las de la televisión y las digitales. Háblame un poco de la relación entre estas capas.
—Todos estos medios se relacionan con el consumo. Son cosas que uno consume a todo lo largo de la vida. He visto mucha televisión, muchos comerciales, y esa cosa de idealizar la perfección en la publicidad. Hasta los videos educativos que usé, de las décadas de los sesenta y los setenta, tienen esa cosa del american way of life o del comprar como una forma de buscar la felicidad. Esa fue la razón de usar tantos tipos de media. Yo nací en los años noventa; viví la transición del analógico al digital y tengo memoria de todas esas formas de consumo. Eso me ayudó a hacer ciertos recortes que definen la visión de lo que quería transmitir, esa saturación de los medios en el mundo contemporáneo.
—Hablas de un american way of life, y en el corto hay también un “american way of death”. ¿Por qué fueron importantes para ti las imágenes de guerra?
—Hay un momento en el corto que hay una caída, cae en un hueco de sentimientos negativos. Es el momento en que se desborda la saturación de todo eso, que nos lleva a conflictos. Tal vez la guerra tenga un sentido figurado. Está en nuestra cabeza totalmente desequilibrada por tanto consumo. Hay muchas personas que gozan de hacer del caos un espectáculo. Creo que son un poco sádicas cuando consumen la guerra de esta manera figurada.
“Creo que los caminos que la gente toma en el videojuego son caminos que también se pueden tomar en un cine experimental”
—Háblame un poco de tu apropiación de los videojuegos y de cómo los incorporaste a una narración como esta.
—Creo que los caminos que la gente toma en el videojuego son caminos que también se pueden tomar en un cine experimental. La exploración de las técnicas, de lo analógico y lo digital, también se parece a un juego. Uno consigue desmembrar un video y causar un glitch, o tal vez colocarlo en una cinta de casete, rever esa imagen y desconfigurarla. Es una libertad técnica de tomar nuestras propias decisiones. Cuando creas una película experimental, creo que tiene esa relación con el juego.
—En tu trabajo escrito mencionas la influencia del net art, y en particular del colectivo JODI. ¿Por qué fueron importantes para ti?
—Creo que está ligado a una estética de la repetición de la imagen y del caos de los caracteres. Tal vez a la idea de la corrupción de la imagen y el hipermedia, que te lleva a varios lugares de internet.
—Yendo al campo del cine, también citas cineastas muy diferentes, como Godfrey Reggio, en particular Koyaanisqatsi, y Toshio Matsumoto…
—Matsumoto fue el puntapié inicial para entrar y descubrir el cine experimental. Vi muchas películas para descubrir la manera como funciona la narrativa experimental. Necesariamente tenía que tener un sentido: por ciertos conflictos durante la producción de la pieza necesité tener una narrativa, y no simplemente experimentar por experimentar con cierta libertad. Así que, de alguna manera, tenía que guionizar.
—En Koyaanisqatsi vi una forma muy inspiradora de guionizar el sonido experimental que había hecho. Me inspiró para hacer una narrativa con el material con el que había experimentado por experimentar, sin saber cómo contar una historia. No tenía una crítica, ni nada fundamentado, pero en la secuencia de time lapsing de Koyaanisqatsi sentí que había una buena forma de narrar usando el material de archivo, porque muchas de las imágenes de ese documental fueron filmadas sin guion definido. Por eso es que fue una película inspiradora, por su forma de montaje.
—Otro artista que mencionas, y me resulta un poco desconcertante, es Marcel Duchamp.
—Tal vez por el disparate provocador. Imagino, en el tiempo en que se hizo, cómo sería la relación de las personas que veían esos círculos giratorios con palabras obscenas. Creo que había algo de malestar en eso. Creo que mi corto también causó malestar cuando lo vi por primera vez en una sala de cine. Escuché que alguien decía: “¿Qué es esto?” Mi corto se relaciona con Anemic Cinema por la percepción que puede tener cada quien. Me gusta mucho cuando las personas dicen que fue totalmente molesto u otras que lo encontraron bonito. Esas reacciones diversas, ese conflicto, son muy importantes en el cine experimental.
—Con eth_OS tu carrera como cineasta ha tomado un impulso inicial. ¿Cómo describirías la etapa en que te encuentras por lo que respecta a tu trabajo?
—Esta película cambió bastante mi trayectoria en el cine. Fui premiado por mi universidad como mejor editor, mejor diseñador de sonido, mejor productor. Lo hice en 2021, y hasta hoy sigo recogiendo los frutos, Me dio motivación para continuar experimentando y descubriendo nuevas formas de hacer piezas audiovisuales. Hay personas que vieron la película y quieren que hagamos un proyecto juntos. Los artistas que trabajan con música son los que más me buscan para hacer colaboraciones por cuenta de este cortometraje.
—Quizás el mercado no lo valore tanto como debería valorarlo, y muchas veces me desvalorizo porque creo que no le da importancia. Yo no puedo salirme mucho de la caja, y tengo que trabajar de una manera mucho más organizada y metódica. Pero lo ideal sería poder estar siempre haciendo trabajos en los que pueda dejar que mi imaginación fluya de forma natural. Tal vez Datajunkz sea más yo que Victor Galles.
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