Este no es tu jardín y La era de las plantas con flor

 

Por Pablo Gamba 

En la sección de cortos y mediometrajes del Festival de Rotterdam se estrenan Este no es tu jardín (Colombia, 2025) y La era de las plantas con flor (México, 2025). Ambas tienen en común que son películas sobre la relación entre el mundo natural y los seres humanos, y tratan temas de interés actual para el cine que son la ecología, en el primer caso, y la relación entre las especies y la temática de la diversidad sexual, en el segundo. 

Este no es tu jardín es una película de animación de Carlos Velandia y Angélica Restrepo, conocidos por Todas mis cicatrices se desvanecen en el viento (Colombia, 2022), que hicieron cuando eran estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia y que compitió en el Festival de Annecy. Velandia es realizador, además, de La mujer como imagen, el hombre como portador de la mirada (Colombia, 2022), que también estuvo en Annecy, el festival de animación más importante del mundo. Escribimos sobre este corto en una nota de Los Experimentos

La animación de partículas, sobre la base de un escaneo en 3D en el páramo de Guacheneque y el bosque alto andino de Macanal, en Colombia, es la técnica de Este no es tu jardín. Se crea de esta manera una representación digital de la vegetación y el ambiente que da una impresión de realismo, sobre todo por los movimientos que adquieren, pero a la vez es toda artificiosa. Evidentemente, lo que podemos identificar como paisaje son puntos de luz en un limbo negro. 

La primera parte de la película es clave por lo que respecta a poner en su lugar la fascinación que nos pueden producir sus imágenes. En ella vemos una representación abstracta del proceso de creación del corto a partir de los registros de la naturaleza. Hace explícito que todo transcurre un mundo de memoria digital, en una realidad que solo existe en el interior de computadoras. Me hace recordar de esta manera a Tron (1982), un mítico largometraje de mi infancia. 

Los realizadores llaman “reporte kino-botánico” al tipo de película que es Este no es tu jardín y que se inscribiría, por tanto, en el género del documental científico. Pero así como se puede atribuir la objetividad de la ciencia a la técnica de registro, el corto se desarrolla como una exploración sensorial fantástica. Hay un encuentro de ciencia y sueño en esta película.

No me refiero con esto solamente al viaje por el espacio que se construye en el cortometraje sino también en el tiempo, que es otra dimensión a través de la cual se despliega el argumento de Este no es tu jardín. Velandia y Restrepo ya lo habían hecho con una técnica similar en Todas mis cicatrices se desvanecen en el tiempo. Aquí nos lleva hacia un futuro posible, pero no deseable, de los sitios naturales como aquellos donde se hicieron los registros. 

El título cobra entonces un sentido de advertencia contra la destrucción que podemos causar en un mundo que no solo nos pertenece a nosotros, sino también a las demás especies. Pero es significativo por una razón más el modo como esto se experimenta en la película mediante la animación digital. Nos lleva del cine a las ciencias naturales y al sueño, pero también a pensar en el ser humano en la sociedad porque hay allí otro problema: la fascinación por el artificio, el placer que nos puede dar ver este fantasma de la naturaleza, que en el futuro podría llegar a ser realmente un espectro, la aparición de un paisaje muerto en pantallas donde podemos “navegarlo”. Sustituir el mundo por una copia y habitarla es también un sueño de la humanidad.


La era de las plantas con flor es el cuarto corto de Magaly Ugarte de Pablo. Es una película que se basa también en artificios que en este caso hoy no se puede saber si son prótesis o efectos digitales. De esta manera se acerca a la cuestión de las plantas, y de los insectos, además, desde una perspectiva relacionada con la evolución biológica de la humanidad y su posible convergencia con otras especies. Recordar que este proceso no ha concluido, ni puede naturalmente cesar, es un tema de interés para el cine actual de Latinoamérica, como lo evidencia también el largometraje El origen de las especies (Colombia, 2024), de Analú Laferal, Tiagx Vélez y Juliana Zuluaga. 

El enfoque aquí no es mítico, como en esa otra película, sino a través de dos géneros cinematográficos, el coming of age y la ciencia ficción fantástica. El motivo vegetal tiene connotaciones que vinculan el florecimiento de las plantas con el despertar sexual de las jóvenes. No es algo original, y en este caso lleva al descubrimiento de la atracción por una persona del mismo género. Hay también una analogía de las transformaciones del cuerpo en la juventud con la metamorfosis de una mariposa. Es otro lugar común, como el montaje paralelo de planos que imaginan la transformación celular que causa los cambios del cuerpo en respuesta a sus emociones y que constituyen lo científico de esta ficción fantástica. 

Una singularidad de la historia, sin embargo, es que se centra en la experiencia de descubrimiento, crecimiento y transformación de la protagonista por la manera como vive experiencias emocionales, y no en las relaciones sentimentales que son eje de los dramas. También su detenimiento en la observación detallada de las características de las flores, de su rareza, más allá de su belleza y su función narrativa. 

Otro logro está en lo que define lo fantástico, la falta de solución de continuidad entre lo sobrenatural y experiencias de la vida cotidiana que son lo contrario de lo extraordinario. Lo más significativo en este sentido es la confrontación de la adolescente con la ciudad que también se abre como una flor en un gran plano general, como el mundo más allá del pequeño mundo en el que la habíamos visto hasta allí. Es la culminación del deslinde de la historia con respecto al género del horror corporal y sus manera de tratar las transformaciones. Confundir oscuridad con inteligencia no deja de ser un aspecto central de la brutalidad del mundo de hoy.

Sin embargo, esto no resuelve la contradicción estética entre los aspectos más llamativos y originales, y los lugares comunes señalados, a los que pueden añadirse otros, relativos a la representación de las transformaciones del cuerpo y la reacción que esto también causa en la protagonista. En el final parece haber incluso el anuncio de un salto hacia otro género. Le da al corto un aspecto de teaser de las aventuras de la nueva especie, las butterfly women

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