Te extraño Perdularia

 

Por Pablo Gamba 

Te extraño Perdularia (Cuba, 2024) es parte de los programas de cortometrajes del Festival de Sundance, en el renglón documental. Se estrenó en el Kesseler Dokfest, en Alemania, y es el segundo cortometraje de la brasileña Manu Zilveti, que cursa estudios en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba. El primero, Não tem mar nessa cidade (Brasil, 2024), estuvo en el Festival de Cine de Moscú. 

De un ejercicio académico resultó Te extraño Perdularia, que se rodó en el Preuniversitario Batalla del Jigüe, una de las escuelas de campo que se construyeron en los años setenta. Es una película sobre adolescentes que estudian allí, pero que se inscribe entre las significativas exploraciones de la temática de la migración del cine cubano actual. Son acercamientos a la cuestión que se deslindan de los relatos de cruces de frontera, persecución de “ilegales” y deportaciones que son los lugares comunes que la presentan como problema “humanitario” o de seguridad. Profundizan, en cambio, en la experiencia humana en torno a la diáspora. A Zilveti no le es ajena. La semblanza de Sundance indica que su familia emigró de Bolivia al Brasil. 

Esto le da también un giro a esta película con respecto a un documental sobre otra escuela de campo del que para mí es el cineasta cubano más interesante de la actualidad, Alejandro Alonso. El proyecto (Cuba, 2017) se interesa por el colapso de casi todos estos establecimientos como expresión de un proyecto educativo cuestionable y un voluntarismo insostenible después de la disolución de la Unión Soviética. Algunas han sido transformadas en viviendas para los que no la tienen, otro problema que la Revolución no logra resolver en Cuba. 

Las chicas de Te extraño Perdularia se presentan como adolescentes de hoy en cualquier lugar del mundo, tanto por la manera como andan corriendo todo el tiempo, su forma de vestir o porque forman grupos para bailar reguetón, por ejemplo. Se identifican con la Perdularia de una canción. Es una manera jocosa de llamar en Cuba a las mujeres de mala fama. Esto llama la atención también hacia otro tema, la relación de los cuerpos adolescentes con el espacio arquitectónico. Es una exploración que de algún modo me hace recordar la de Fish Tank (2009), de Andrea Arnold. 

Otro tópico de la representación de los jóvenes de hoy resalta su tendencia a dispersarse en clase. La lección, sin embargo, parece que se sigue dictando de una manera formal, sin los relajamientos docentes que también se han hecho habituales en otros lugares. Es significativo, además, el contraste entre el comportamiento de las estudiantes y el compromiso político al que llaman la cita y el retrato de Fidel Castro en una pared, esta sí muy bien mantenida. 

Algo parece haber de la mirada de Alonso por lo que respecta a los detalles que evidencian deterioro de la planta física de la escuela, aunque las instalaciones docentes que vemos siguen funcionando con un equipamiento sorprendentemente adecuado, además. Pero la actitud problematizadora se expresa aquí principalmente en los reiterados planos de reflejos y sombras de las estudiantes. Introducen un motivo que aparece en películas cubanas independientes críticas de la realidad actual de ese país, lo espectral, vinculado aquí a la llamada “isla en fuga”, a la incesante salida de población de Cuba. 

Podría referirse esas imágenes, como de fantasmas, a la circunstancia de que la estancia de las chicas en la institución es necesariamente pasajera, un camino hacia la graduación. En esa dirección apuntaría la escena en la que una que escribe su nombre en una pared, como dejando constancia de que cursó allí, algo que suelen hacerlo los estudiantes. Pero está también desde el comienzo lo espectral de otra manera inquietante, en un gran plano general en el que las chicas de un grupo se tiran al suelo en un prado como parte de un juego, lo que las hace desaparecer visualmente del paisaje, ocultas por la hierba. Dice algo escalofriante del país y de la diáspora, aunque la escena es a plena luz del día, como también las apariciones de los “fantasmas”.


La película llama así la atención, por una parte, en cómo la migración no es un destino de los que más sufren por los problemas de su país o territorio. En esa idea se halla implícita la xenofobia, el deseo de que retornen a sus lugares de origen cuando esas complicaciones se resuelvan. Los más privilegiados de una sociedad también pueden ser migrantes en potencia, como estas chicas que el Estado cubano se esfuerza en educar lo mejor que puede con sus dificultades, o al menos esa es la impresión que transmite la representación de la escuela. Esto abre el debate hacia la profundidad de los problemas sociales y políticos que impulsan a la gente a migrar, y que pueden ser más complejos que una hambruna, una guerra, la opresión de un régimen totalitario, aunque lo sea Cuba, o los “Estados fallidos”, como se los ha definido con el fin de invadirlos.

Pero aún hace otra cosa más importante Te extraño Perdularia, y es ventilar un problema que no encuentra allí cómo expresarse. Lo hacen explícito los testimonios que se reproducen en voces en over, desligadas así de la construcción fílmica del espacio de la escuela. Expresan en ellos las chicas sus sentimientos acerca de las personas queridas que se han ido o se van del país. 

Lo que más se destaca en este sentido es otro trabajo con los personajes, que va más allá de la práctica habitual de hacer que se interpreten a sí mismas. En particular lo veo en una escena en la que las chicas, sentadas en parejas, muy cerca una frente a otra, acarician el rostro de una que permanece con los ojos cerrados. Es como si de esa manera pudiera hacerle sentir el cariño que tanto le falta de los ausentes. Es un juego como el de echarse a tierra que ya comenté. 

Si bien Te extraño Perdularia, es un corto muy breve, de menos de diez minutos, y es, como dije, un ejercicio académico, creo que la trascendencia que ha adquirido al llegar a un festival como Sundance se justifica por su enfoque del tema. Ha habido mucha lucidez en los programadores o programadoras que han sido capaces de percibir el valor de estos detalles en una película que quizás pasaría inadvertida para miradas menos sensibles.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mitopoiesis de Tenochtitlán: ¡Aoquic iez in Mexico! / ¡Ya México no existirá más!

Pepe y El auge del humano 3

El auge del humano 3 y Solo la Luna comprenderá